viernes, 30 de agosto de 2024

Pepi la Fea (Josefa Wallace) Parte 3

Hace tiempo no me reía a carcajadas con un libro, creo que sí con el libro de "Memorias de un weón Z", jaja.

En fin, aquí finaliza la historia y por los años que han pasado podemos ver que no hubo continuación, y aquí me quiero detener en una reflexión, si es que me lo permiten.

Me gustaría que esto lo leyera la Marti cuando se enamore por primera vez, a los  15 años me imagino que pasa o no sé si antes o después. Pero es cuático cómo el amor se va desgastando y todo lo bonito o intenso que puedes sentir por una persona en cuestión de meses o años ya no está más. Luego de eso creo que viene el reto más importante, ver si persiste todo a pesar de la ausencia del amor más pasional. En el fondo es un mensaje también para las generaciones más nuevas: el amor es bonito, intenso, pero se va, ese amor idílico del inicio no dura para siempre, porque es el encantamiento al igual que cuando te compras el último iPhone, pero dura menos. Cuando adquirí mi último iPhone creo que ni siquiera tuve emoción porque es más de lo mismo, ya me acostumbré a cierto estándar a lo que teléfono móvil se refiere y no podría bajar de eso así que no hay emoción, pero esto no se trataba de comparar un iPhone con el amor jaja, pero a eso me refiero es como el dicho, escoba nueva siempre barre bien.

Lo que quiero decir es que está bien sufrir, llorar y pensar que nunca más vas a amar a alguien de tal manera cuando las cosas no funcionan, pero no te puedes quedar pegado meses o años en eso. Creo que si bien es doloroso hay cosas peores y hay muchos peces en el mar así que eso...

Volviendo a lo que nos atañe, el tercer libro viene a cerrar varios capítulos en la vida de Pepi, algunos más dolorosos que otros. La historia, a diferencia del libro anterior, transcurre en Chile, Chile lindo como un sol.

Más particularmente en la casa de la abuela de Pepi, recordemos que ella vuelve porque su abuela tiene cáncer y está delicada. Resulta que Pepi  adquiere algo de fama y la llaman para una entrevista en una revista, donde llega el zorrón con un primo, el marmot a tomarle unas fotografias para dicha revista.

 Una vez aquí visita a muchos médicos pero ninguno quiere operar a su abuelita, por lo complicado y avanzada en edad que está. Esto obviamente es motivo de angustia por ambas. Sigue chateando con Ibizo a la distancia pero se empieza a enfriar la cosa, recordemos que se despidieron jurando amor eterno, pero la distancia termina enfriando el cálido amor cosechado en Córdoba. Pepi aquí lucha por conseguir un trabajo y por bajar de peso ya que adquirió unos cuantos kilos de más con las comidas ricas de la abuela, oye eso es fatal. A mí también me pasó, cuando llegué a vivir con mis abuelos allá por el año 2010 pesaba 47 kilos, recordemos que yo soy más chica que un hobbit, mido 1.45 y a los pocos meses subí como a 57 y luego a 64 de los que me ha costado años bajar, ahora estoy en los 61 y pretendo llegar de aquí a fin de año a los 57 pero veremos es difícil sobre todo con tanta cosa rica que venden. En fin, bueno Pepi al parecer no le va tan bien buscando pega, morí de la risa con el atuendo, la chaqueta color burro que le prestó la abuela para ir a la entrevista que a todas luces pintaba era para ella pero no, no quedó.

Los chats con Ibizo son todo un dime y direte de quién viene o quién debería viajar primero y qué país es mejor y eso. Finalmente, Ibizo decide tomar la iniciativa y viaja a Chile, se queda con Pepi, pero no le cuenta a su abuela que son pareja. Y en este punto empiezo a dudar un poco del amor que se profesaban o será una cosa de madurez también pero si alguien es importante, tu pareja no concibo que no lo presentes como tal a tu familia po. Además, la Pepi tenía ¿cuánto? Como 28 y seguía ocultándole los pololos a la abuela, esa parte no la entendí ni la justifiqué mucho.

La Tulenka, ¿se acuerdan de ella? Bueno se juntan acá en Chile y en una de esas juntas le dice a la Pepi que posiblemente Ibizo no se quiera venir porque la encuentra a ella (Pepi) inmadura y por esta razón no tomaría tan en serio la relación como para venirse a vivir acá, le menciona por ejemplo su falta de empleo, lo que es verdad.

Bueno viene Ibizo se queda en la casa de la abuela y el primer mal presagio o quizás uno más de tantos es que este es alérgico a los gatos, entonces se lleva muy mal con Teodoro quien le mea las cosas y le rompe los cables del teléfono.

En paralelo antes que Ibizo viajara, Pepi un día de despecho o no sé qué baja Tinder y se encuentra con Marmot a quien le da su teléfono pero aclara que tiene pololo y solo le interesa una amistad, si claro, a ver para qué estamos con cosas, de Tinder nunca vas a tener una amistad, mírame a mí a mi marido y papá de mi hija lo conocí por ahí jaja y conocí antes a otros que nunca fueron amigos precisamente, creo que uno sí se puede hacer amigo de alguien por redes sociales, pero Tinder no mijita, esa aplicación la lleva el diablo.

Bueno la cosa que pasa el tiempo y un día estando Ibizo acá le hablan al celular a Pepi y era el Marmot, ahí se da cuenta que él era médico y le conversa de su abuelita.

Él le da una luz de esperanza, dice que va a hablar con un amigo oncólogo y todo eso que quizás la podrían operar. La abuelita de Pepi no estaba para nada dispuesta a seguir visitando doctores ya habían sido tantos que no quería recibir otra desilusión más.

Bueno resulta que un día vuelven de la consulta y a Ibizo se le había perdido Teodoro, como que pelearon, él le echó agua y el gato se fue, cruzó la calle todo mal.

Lo salen a buscar y no lo encuentran. Eso me recuerda los dos gatos que se perdieron acá pucha que duele que se vayan, Dino y Gavi espero que estén bien donde quiera que estén.

Bueno llega el día de la operación, y digamos que el último acontecimiento de la pérdida del gato no hace más que enfriar la relación de Pepi e Ibizo, de hecho ella le confiesa que no lo ama.

Dejaré eso del día de la operación porque pasa otra cosa que quiero contar porque me parece relevante, la mamá de Ibizo le manda un correo a la Pepi donde básicamente le dice que a su hijo nunca le había conocido otra polola, y que estaba muy feliz de que estuvieran juntos como que eso le daba esperanza, obviamente a Pepi no le agrada esto y empieza a cuestionar la sexualidad de su pololo. Y la verdad es que yo también lo haría o sea que onda este hombre que solo tuvo pololos, y ahora está conmigo, ¿acaso me ve como un hombre? Raro, no?. Bueno todo esto no hace más que acrecentar las dudas que tiene Pepi respecto a lo que siente por Ibizo. Luego de la pérdida del gato y de su confesión de que no lo ama le consigue pasaje para que vuelva, no sé si habrá conseguido algo más barato pero se gasta como 2 millones en que vuelva, porque ella igual se siente medio culpable de haberlo molestado para que viniera y después más encima le dice que no lo ama, así que en un acto máximo de justicia le paga ella el pasaje que para su sorpresa estaba terriblemente caro. Y así Ibizo vuelve a España solo, triste  y gay.

Bueno la operación lamentablemente no resulta bien y la abuelita fallece... aquí Pepi cita a Frodo al final de "El retorno del rey" y quiero dejar ese fragmento aquí porque creo que a todos nos llega o nos ha pasado que nos sentimos así ante la muerte de un ser querido.

"¿Cómo se reconstruyen los hilos de una vida anterior? ¿Cómo seguir adelante si en el corazón uno empieza a entender que no hay marcha atrás? Hay algunas cosas que el tiempo no puede curar. Hay heridas demasiado profundas, que echan raíces".

Pepi vuelve a su casa y para su sorpresa se encuentra con Teodoro quien vuelve como el hijo pródigo.

Pasa un año, y ya la historia cambia, resulta que Pepi se va a casar con Marmot y están viajando a España donde se encuentran con Ibizo y Blondie quienes están juntos, al parecer todas las heridas sanaron y vuelven a abrazar y a reír todos juntos.

Marmot supongo que en realidad  se llama Juan Francisco y es ginecólogo, y en la actualidad tiene 3 hijos con Josefa Wallace mas no se cuantos gatos, creo que Teodoro ya falleció si :(, me gusta pensar que su vida es la continuación del libro, y así los veo cuando Pepi publica cosas en su red social que tengo el privilegio de ver ya que ahora creo que no acepta a nadie más pero alcance a estar dentro cuando sí aceptaba gente. Y me encanta seguir todos sus embarazos y la admiro porque yo con una no quiero más.

Bueno eso, leer este tipo de libro me hizo querer buscar lecturas más afines a la risa, me reí tanto leyendo una historia al final del libro que lo encontré como una buena terapia. Me encanta las bromas que Pepi hace referente al peso o a lo guatona que era cuando chica, en una sociedad donde hoy no se puede hablar del cuerpo ajeno ni de nada en realidad. Igual al final saluda a Nicolás López el funado jaja porque cita alguna de sus películas me imagino.

Bueno, grande Pepi la fea sin duda una trilogía que vale la pena leer, cuando la Marti tenga edad suficiente le diré que los lea jaja,



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