miércoles, 26 de junio de 2024

La vida es como tu la hagas (Peter Buffett)

Leí este libro inmediatamente después de leer "El sutil arte de que todo te importe una mierda", y sin duda tienen mucha relación y coincidencia en el contenido y enseñanzas que pretenden dejarte este tipo de libros. 

Al principio, debo ser sincera, lo leí con desdén, pensando "ah, qué fácil es decir tal cosa de que la vida es como tú la hagas viniendo de una familia con recursos". Y cuando digo recursos, me refiero tanto a económicos como afectivos. Pero a medida que fui avanzando, al menos el mensaje a mí me fue tomando sentido. Así como en el libro anterior se repetía mucho la palabra felicidad, lo que más feliz te hacía, acá era el éxito. El éxito es una palabra que a veces busca definir nuestra vida. Si nos preguntamos qué es ser exitoso, quizás sea tener una casa, un auto o tener un trabajo que te permita tener todo esto, o ser un artiste de rock, o un chef famoso,etc. A menudo criticamos al sobrino que no ejerció o que no terminó su carrera, o la terminó tarde y decidió irse al fin del mundo a buscar su destino, y decimos que fracasó. Pero quizás ese sobrino es muy feliz allá lejos de todo. Lo que nos deja más que claro este libro es que el éxito es algo subjetivo, no se puede medir con parámetros iguales para todos. Podríamos decir que su definición es personal y hay tantas como personas en este país.

A mis 34 años creo que la primera parte del libro fue como un mirar hacia atrás. Antes de ser la profesional que soy, di muchas vueltas, y creí estar perdida muchas veces. Hubiera sido bueno que alguien me orientara o quizás descubrí después de años que nunca estuve perdida; estuve buscando mi vocación y la encontré a mi debido tiempo. Todo ese paso por carreras que no me gustaron hicieron que hoy me sienta muy feliz con el trabajo y familia que tengo.

En resumidas cuentas, el libro es como una autobiografía. Me recuerda mucho cuando leí la de Phil Knight. El autor habla de sus éxitos sin dejar de mencionar que fueron los periodos más estresantes que vivió, donde encontraba desacuerdos, había incertidumbre, pero sin embargo, el resultado fue una de las mejores experiencias. No sé si lo leí en el otro libro o en este, pero otra lección que me deja es que hay que enamorarse del proceso. El proceso no quiere decir que lo vas a disfrutar necesariamente; lo vas a sufrir, pero debes estar dispuesto a eso. Al final, es mejor sufrir por algo que merezca la pena.

Al menos desde mi perspectiva, lo que puedo tomar del libro a estas alturas de mi vida es la importancia de la familia en el desarrollo de mi hija. El amor, la confianza, el hogar seguro, apoyo con límites, todo eso de lo cual carecí por no tener una familia con recursos. Una vez más, hago énfasis en los recursos emocionales más que en el dinero. El dinero al final es el resultado, no la meta, y eso a veces olvido. Ver el dinero como lo que es, un resultado de un trabajo, es gratificante. Sí, se puede hacer mucho con él, pero si sigo centrando todo lo que hago en un valor tan vacío, no seré nunca feliz. Es una lección aprendida y desde que leo estos libros al menos me siento más tranquila. Solía vivir apremiada del dinero y al final, seamos honestos, el dinero es reemplazable; hoy puede estar, mañana no, y así. Se puede reemplazar; el tiempo y la vida de tus seres queridos, no. Esto parece una lluvia de ideas, pero hay un tema también que mencionan: la gente con dinero, con mucho dinero, sus hijos usualmente tienen problemas y la mayoría de la gente pensará "¿qué problemas pueden tener si lo tienen todo?" ¿Qué es todo? Una vez más, le damos importancia solo a lo material, no es todo tener papás enfocados al 100 en sus quehaceres profesionales. Involucrarse activamente con los hijos requiere tiempo. ¿Quién de nosotros no recuerda alguna lección o quizás que tu papá no te fue a buscar en determinado momento más que un juguete o algo así de niño? Aquellos niños suplen la parte afectiva con recompensas materiales. Suena cursi, pero mi reflexión final es que todos merecemos algo de amor. Y aunque buscar la vocación, el éxito o la felicidad no es una tarea fácil, ya que va a requerir de toda nuestra entrega y compromiso, es nuestro deber buscarlas o no hacerlo. Es nuestra responsabilidad, es nuestra vida.









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