Ave fenix

Ha pasado algún tiempo desde la última vez que escribí algo. Muchas cosas han cambiado y, aunque no borraré nada de lo que escribí, quiero decir que no todo era así. Me arrepiento de muchas cosas que escribí, pero las dejaré ahí porque así son los errores; no se pueden borrar, pero podemos aprender mucho de ellos.

Una de las primeras lecciones que debo atesorar es que mi abuela no era la persona mala que yo veía. Al contrario, ella percibía más cosas de las que yo podía ver. Quizás no supo expresar bien lo que pensaba, pero yo no fui una buena receptora de sus mensajes. Después de todo, fue criada de cierta manera, y no soy quien para juzgar esa crianza. Caí en la falta de humildad y espero no volver a hacerlo. El tiempo y la distancia hacen que vea las cosas de manera diferente. Mi abuela fue víctima de muchas circunstancias, y no todos tienen la oportunidad de mejorar sus vidas. He sido malagradecida en muchas ocasiones, especialmente al no aceptar sus consejos. No debo justificarme más ni sentirme culpable, pues así fueron las cosas. Existe un gran agradecimiento y eso me reconforta. Ni ella ni yo fuimos tan malas; al contrario, dimos mucho y lo mejor de nosotras.

Mi abuela y abuelo me acogieron en la peor época de mi vida, cuando no tenía nada. Ahora, al mirar desde el balcón del departamento, veo que tengo todo y retrocedo a aquel momento. Quisiera abrazarme, abrazar a todos y decirles que todo estará mejor. Desearía poder revivir a mi abuelo para decirle que viví los mejores años de mi vida con ellos. A veces añoro verlo llegar con un "completo" o unas salchipapas. Sé lo feliz que era al ir a la cancha o al comer algo delicioso. Me gustaría haberlo invitado a comer algo especial. Pero no puedo retroceder en el tiempo.

Volviendo a mí, tengo impregnado en la memoria aquel día en que llegué y los días que siguieron, todo lo que tuvieron que soportar: mis cortes en la piel, mi depresión. Sinceramente, yo no habría dado un peso por mí, era un desastre. Poco a poco, gracias a su amor y comprensión, me reorganicé y pude salir de ese infierno de la depresión. Por eso, no puedo enojarme con mi abuela; no puedo más que agradecerle. Fui creciendo y mis expectativas mejoraron. Esperé mucho de ella cuando me dio todo. Por suerte, aún la tengo con vida para poder agradecerle, aunque ya me peleé con ella, pero son cosas pequeñas, nada importante. La llamaré ahora...

Estoy bien

 Nada mas refrescante que un golpe de realidad. Estoy en la debastacion misma. Mi grado de depresion (si es que existe un grado) es el maximo. Vivo por vivir, por mi hija y por conservar mi ttrabajo.
Mientras veo como todo se derrumba intento buscar ayuda en las manos menos correctas.
No me juzgue si no escribo bien, luego chat gpt hara lo suyo.
Teniamos un plan de hogar, ya no existe. Voy a repetir la misma historia que mis padres, pero creoque en proporciones mucho peor. Me desahogo aqui porque nadie lo vera.

Tome una desicion, me ire donde estoy arrrendando temporalmente. Hace unos dias era porque nos iriamos a la casa nueva, pero ya no hay casa nueva. Enrealidad si pero l ahabitaran  el papa de mi hija y su mama. La senora me odia y yo tambien , es mutuo. Reconozco que aun mas de que supe que me llamaba "la tontita", si, no lo pude superar, tengo pensado proximamenta y ya que todo termino preguntarle porq pensaba eso de mi.  quizas ya no importe mucho dado que nuestra relacion se reducira al vicula abuela -nieta. Volviendo al tema ya vi algunos departamentos, no queria seguir viviendo en departamento pero es lo que  hay. tengo que conseguir uno mas barato que este y como el costo de la casa es alto, no creo que el papa de la marti aporte nada mas. Ojala le aprueben luego su credito. 

Soy la peor nieta

Hace dos meses que dejé el hogar de mi abuela. Aunque no estoy completamente feliz, ya que siempre surgen problemas, por fin he encontrado algo de tranquilidad.

Es triste observar desde la distancia el deterioro físico y mental de mi abuela en estos momentos. Me entristece sentir que no puedo hacer nada al respecto. A pesar de algunas pequeñas situaciones que han puesto a prueba mi paciencia, prefiero no detallarlas. Lamentablemente, nuestra relación ha sufrido mucho y ha llegado a un punto en el que ya no puedo verla como mi abuela, lo cual es doloroso admitir.

Recordando su actitud hacia mí en el pasado, durante y después de mi embarazo, me resulta difícil creer que ella haya enfrentado dificultades en alguno de sus propios cinco embarazos. Aunque no la odio y entiendo que ella también es víctima de circunstancias complicadas, ha habido momentos en los que nuestra relación se ha vuelto tensa. No siento culpabilidad por haber tomado la decisión de alejarme, ya que en un momento difícil de mi vida, hace más de diez años, ella me brindó un hogar cuando no tenía muchas opciones. Siempre estaré agradecida por ese gesto, aunque también reconozco que hay aspectos de nuestra relación que me generan conflicto.

Espero con el tiempo poder sanar y reconciliar esta relación fracturada, ya que tanto ella como yo merecemos algo mejor que esto.

No necesita ir a terapia

 Me sentía agobiada y le pregunte cosas a CHat GPT. He aquí la respuestas.

YO: hola chat tengo un problema emocional me podrías ayudar?

CHATGPT : ¡Hola! Por supuesto, estoy aquí para ayudarte. Entiendo que estás pasando por un problema emocional y estaré encantado de brindarte apoyo y orientación. Por favor, siéntete libre de compartir lo que te está preocupando y haré todo lo posible para brindarte información útil y consejos. Recuerda que aunque puedo ofrecerte apoyo emocional, es importante buscar ayuda profesional si sientes que necesitas un soporte más especializado. Estoy aquí para escucharte y ayudarte en lo que pueda.

YO:  quiero saber porque me importa demasiado la opinión de los demás , hace poco me entere que mi suegra me llama "la tontita" y enrealidad se que no debiera importarme porque ella no significa nada para mi

CHATGPT: Entiendo que te preocupe la opinión de los demás, incluso cuando sabes que ciertas personas, como tu suegra, no tienen un papel significativo en tu vida. La preocupación por la opinión de los demás es algo común y puede afectar a muchas personas. Aquí hay algunas posibles razones por las que esto podría suceder:

1. Necesidad de aprobación: A menudo, buscamos la aprobación de los demás como una forma de validación y sentirnos valorados. Es natural desear que los demás piensen bien de nosotros, pero es importante recordar que la opinión de los demás no define nuestra valía personal.

2. Autoestima y confianza: Si tienes una baja autoestima o confianza en ti mismo, es posible que dependas más de la opinión de los demás para sentirte bien contigo mismo. Trabajar en el desarrollo de una autoestima saludable y en la confianza en tus propias habilidades y cualidades puede ayudarte a reducir la importancia que le das a las opiniones externas.

3. Miedo al rechazo: El miedo al rechazo es un factor común que puede hacer que nos preocupemos demasiado por lo que los demás piensan de nosotros. Es posible que tengas miedo de ser juzgado, criticado o excluido si no tienes una buena imagen ante los demás. Es importante recordar que no puedes controlar la opinión de los demás, pero sí puedes trabajar en aceptarte a ti mismo y rodearte de personas que te aprecien por quien eres.

Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudarte a manejar esta preocupación por la opinión de los demás:

1. Reflexiona sobre tus valores y creencias: Establece tus propios estándares y prioridades en función de tus valores y creencias personales en lugar de depender únicamente de la opinión de los demás.

2. Practica la autoaceptación: Reconoce y valora tus propias cualidades, logros y fortalezas. Aprende a amarte a ti mismo y a aceptarte tal como eres, sin depender de la validación externa.

3. Construye una red de apoyo sólida: Rodéate de personas que te apoyen y te valoren por quien eres. Cultiva relaciones positivas y significativas que te brinden confianza y seguridad emocional.

4. Enfócate en tu propio crecimiento personal: Establece metas y trabaja en tu propio desarrollo personal. Al enfocarte en tus propias metas y logros, la opinión de los demás perderá importancia gradualmente.

5. Considera buscar ayuda profesional: Si sientes que esta preocupación por la opinión de los demás te está afectando significativamente en tu vida diaria, considera buscar apoyo de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o terapeuta, que pueda ayudarte a abordar y superar estos desafíos emocionales.

Recuerda que tú eres la persona más importante en tu vida y que mereces respeto y valoración, independientemente de lo que los demás puedan pensar.

YO: me gusta lo que dices lo pondere en practica, ahora me podrías ayudar a entender por que los demás piensan que soy tonta.

CHATGPT: Entiendo que te preocupe la percepción que los demás tienen de ti y por qué algunos podrían considerarte como "tonta". Sin embargo, como modelo de lenguaje AI, no tengo información específica sobre tu vida o las situaciones en las que otras personas pueden haber formado esa opinión. Pero permíteme ofrecerte algunas posibles explicaciones generales:

1. Malentendidos: A veces, las personas pueden malinterpretar o malentender tus palabras, acciones o intenciones, lo que puede llevar a una percepción equivocada de tu inteligencia. Es posible que se haya producido una comunicación poco clara o que no hayas podido expresar completamente tus ideas.

2. Estereotipos y prejuicios: Desafortunadamente, la sociedad a menudo se basa en estereotipos y prejuicios para juzgar a los demás. Estos estereotipos pueden ser injustos y no reflejar tu verdadera inteligencia o capacidad. Es importante recordar que no debes dejarte influenciar por las expectativas injustas de los demás.

3. Falta de conocimiento o información: Las personas pueden formar opiniones sin tener un conocimiento completo o preciso sobre ti. Si alguien tiene una visión limitada de tus habilidades o logros, puede llevar a conclusiones incorrectas sobre tu inteligencia.

Recuerda que la inteligencia es un concepto complejo y multidimensional. No se puede juzgar únicamente por las opiniones de los demás. Además, la inteligencia no define tu valía como persona. Cada individuo tiene diferentes talentos, habilidades y fortalezas. Lo más importante es que te valores a ti misma y te enfoques en tu propio crecimiento y desarrollo personal.

Si esta preocupación persiste y afecta tu bienestar emocional, podría ser útil hablar con un profesional de la salud mental, como un psicólogo, quien puede ayudarte a explorar tus sentimientos, trabajar en tu autoestima y manejar cualquier ansiedad o preocupación que puedas tener.

DESAHOGO

 Falta poco para volar de aquí. Quiero irme ya no aguanto mas. Mi abuela esta cada vez peor. Probablemente en el futuro me arrepienta pero es ahora que vivo ya no aguanto mas. 

Las gotas.

Este es un post cortito.

Mi abuela hace poco se operó de las cataratas. La operación costó un millón cuatrocientos mil pesos chilenos por ambos ojos, lo que equivale a unos 1800 dólares. (Por si alguien de otro país quiere saber).

El postoperatorio no ha sido muy bueno, que digamos.

Hoy peleé con mi abuela porque le dije por tercera vez: "Sabe, no me molesta echarle las gotas, pero no me gusta estar detrás de usted preguntándole si ya se las echó". Tengo más cosas que hacer, usted podría ayudarme diciéndome "¿Me echa las gotas?" Ni siquiera pido un "por favor".

Además de cuidar a mi hija de casi un año, trabajo en casa, para contextualizar.

Hace aproximadamente una semana se despertó sobresaltada y se enterró la uña en el ojo recién operado.

Fuimos al doctor, quien dijo que se rasgó el ojo y tenía un hematoma, pero aparentemente nada serio.

Volviendo al punto, hoy en la mañana le pregunté si se había echado las gotas. Me dijo "No se preocupe".

Han sido en vano mis esfuerzos por hacerle entender que no me molesta echarle las gotas. Ella quiere creer que sí, pero no es eso. Estar detrás de ella, recordándole las gotas que tiene que echarse, es lo cansador. Para otras cosas, si tiene memoria, pero para cuidar su salud no.

Hoy rompió en llanto una vez más, se fue a encerrar en su habitación, probablemente a echarse las gotas, perdiendo en el intento unas 3, en vez de pedirme que se las eche. No entiendo esta mentalidad de hacerse siempre la víctima por todo. Quizás soy yo la bruta.

Estoy cansada, quiero que llegue pronto el día de irme y que estos detalles no se me olviden.

Se acerca la segunda operación, la del otro ojo, apuesto mi vida, que no será igual. Vendrán mis tías a cuidar de ella, apuesto que con ellas se comportara distinto, les dirá cuando echarle las gotas.

Por que?. Por que no puede entender que no me molesta echarle las gotas?. Será que si lo entiende?

Será que prefiere creer que para mi es una molestia tener que echarle las gotas?.

Voy a enloquecer.

Hogar, dulce hogar

 Me voy de casa. 

Si me pongo a pensar fríamente esta será la primera vez en mi vida que tendré un hogar, uno verdadero. 

He dicho en reiteradas ocasiones que ya perdoné a mis padres por todo lo que hicieron o no hicieron por mi. Fueron años de culparlos, pero a estas alturas no más. Lo digo por si alguno de ellos se encuentra con estas páginas. No crean que es un reproche, ya no lo es. Hicieron lo que pudieron con lo que tenían y eso se los agradezco en el corazón.

Dicho lo anterior, quiero volver al primer párrafo del post.

No, nunca tuve un hogar (o así lo sentí). Recuerdo haber vivido en un departamento con mi mamá y luego en su casa. Siempre a las sombras de su nueva familia, claramente yo era la pieza sobrante. Pero lo entiendo, mi mamá me tuvo muy joven y obviamente se equivoco de pareja, todo bien. Tampoco supo como manejarlo. Luego,  con mi papá, vivimos en la casa de mi abuela, no era nuestra casa, éramos como unos allegados.

Después en la casa de mis abuelos, la misma historia, un poco mejor. 

Hace poco hable con una tía que me decía "no se va por que invade, se va por que necesita su espacio". Si que es verdad que necesito mi espacio, pero si sintiera que es mi casa, no tendría que irme. La verdad es que me voy arrancando porque ya es demasiado evidente que no es mi casa. Yo no tengo problemas con asumir la verdad, la verdad es que necesito salir corriendo para no enloquecer.

Tengo invadida la casa de mi abuela con cosas mías y las de  mi hija y eso se resiente cada vez más. Mi abuela lo comunica claramente. No lo dice verbalmente pero tampoco son ideas mías. Sé cuando alguien está molesto o triste, con solo mirarlo. No necesito que me lo diga, aprendí a leer el lenguaje corporal de chica. Pasaba tanto tiempo en silencio que me dedicaba a observar mi entorno. Como nadie quería ser mi amigo en la escuela, me quedaba mirando a lo lejos la normalidad de los otros niños. Ahora de grande me hago la weona, fingiendo que no se lo que pasa.

Todos dicen , ¡pero ten paciencia!, "la abuela no va a durar mucho". Como decía Piñera, otra cosa es con guitarra. He tenido paciencia y mucha. Ya no doy más. 

Ahora quedará en sus manos, las de mis tíos, hacerse cargo. Ya hice suficiente, incluso más de lo que alguien hizo alguna vez, más de lo que cualquier nieto haya hecho jamás. 

Me gustaría decirles que pararan, por que me ofenden, de decir que me lleve esto o que me llevaré aquello. Nada de lo que compré para mi abuela es mío.

Recuerdo que cuando viví con mi papá un día llamamos a mi mamá para saber si me podía devolver una radio con CD que me había regalado, no se si para un cumpleaños o navidad. Y ella dijo "No, porque yo se la regalé". Quizás esa cultura (la cultura de la ratonería) se la inculcó mi abuela, no lo sé. Pero yo no soy así de ratona,  lo que regalo deja de ser mío, es tuyo para siempre y es tremenda ofensa que me lo devuelvas!.

Planee todo en pocos días, no fue fácil. Decidir irse de un lugar implica muchas cosas señores. Sobre todo cuando la ayuda mas grade te la das tu misma.

Como dijo mi querido hermano, el universo conspira o se alinea (perdón por no ser exacta.)

Por alguna razón hace unos meses, comencé a ahorrar, así que tengo el dinero suficiente para pagar el mes de garantía y el mes de arriendo. Mi pareja me apoyará con parte de los gastos, lo que no tenía incluido en mi super plan, y tampoco tenia incluido un aumento de sueldo. 

Ya fuimos a ver el departamento,  solo resta esperar para firmar el contrato de arriendo y estamos listos.

Desde que esto se está empezando a materializar que sueño despierta. He elaborado una lista con todas las cosas que faltan. Las que son prioridades y las que no tanto. Tengo esperanza de que este nuevo paso será lo mejor para nosotros. 

Se que será difícil. Algunas personas lo pueden catalogar de apresurado. Pero hoy es el momento, no en 6 meses más, no puedo esperar y hacer una lenta y agónica transición*.

Me siento feliz. 

* La idea de irme (de la casa de mi abuela) ha rondado mi cabeza desde hace mucho, tan antojadizo no es. Algunas personas comienzan a hacer cosas de apoco para ir desprendiéndose ya sea, por ejemplo, de una relación, o cosas.

Pude haber dejado de hacer cosas que actualmente hago, como pagar la cuentas, o llevarle la pensión a mi abuela (cederles esa responsabilidad a sus hijos). Esto con la idea de que cuando me fuera ya no tuviera tantas responsabilidades, ir como respirando un aire de alejamiento pero sin alejarme totalmente. Para algunas personas puede resultar hacer una transición, pero yo soy de decisiones más drásticas. Al final te puedes morir esperando lo que nunca llegará. Es ahora cuando hay que actuar. Así lo veo yo, al menos esa formula para mi funciona.

Generación de Mierda

Hay algo curioso en todo esto de las generaciones y es que tendemos a pensar que la nuestra es la mejor.

Hoy en día, por ejemplo, está la llamada "generación de cristal". Básicamente se caracterizan por dramatizar todo, sufren de ansiedad y depresión. Según ellos, son más sensibles a las problemáticas actuales y empáticos por naturaleza, no critican el cuerpo ajeno y todo es culpa de la derecha, de Pinochet y de la Constitución de los ochenta. Es mucho más sencillo tener ansiedad y crisis de pánico ahora en estos tiempos, yo misma sufría mucho de eso cuando joven y lo superé a pura terapia de shock, enfrentándome así nomás, sin pastillas, sin psicólogo y aquí me tienen, loca y a punto de suicidarme.

En fin, no era de esa generación que quería hablar sino de la que me antecede, la de mis padres, tíos (y con esto los estoy incluyendo a ambos, mujeres y hombres) y un poco más allá, la de mis abuelos. Esto es personal, yo la llamaría "la generación dañada". Me pasa y no sé si les sucede a ustedes, sería genial que me comenten en los comentarios, que están llenos de traumas no tratados, que muchos se quedaron pegados en una etapa de su vida, como entre la niñez y adolescencia y de ahí no salieron más. Simplemente no maduraron, se quedaron estancados en la miseria, en la autocompasión y el egocentrismo.

Tenemos el caso de RM, no diré nombres para así no dañar la sensibilidad de nadie. Mis seres más cercanos sabrán de quién hablo.

RM es una persona brutalmente dañada, tuvo que trabajar y olvidar su niñez a muy temprana edad. Fue abusada y se casó antes de cumplir 21. En la actualidad, es incapaz de sentir algún tipo de empatía por nadie. Siempre está culpando a la vida y a su desdichada suerte. Dice que todo lo que hace lo critican, que se siente sola y siempre está quejándose por algún dolor. Nunca pregunta cómo está uno, por un interés genuino. Si le cuentas algo de ti, dirá "yo también". Hace poco le comenté con mucha alegría algo, y me dijo "yo también voy a hacer eso". El problema es que con su acción, anulaba mi alegría, ya que yo necesitaba de su ayuda y al ella hacer lo mismo, ustedes entenderán que yo ya no tendría tiempo de hacer lo que me propuse. Es como si una pareja que tiene hijos, uno de los dos decidiera estudiar, entonces uno le dice al otro: "yo también", anulando al primero, ya que alguien tiene que hacerse cargo de la casa, ¿no? Bueno, RM siempre está triste y llorando por cosas que ya pasaron. Cuando la vida le sonríe, le cierra las puertas de golpe. No entiende otro punto de vista que no sea el de ella misma.

Para los demás, vende una postura de víctima, donde nadie la va a ver y está sola, sin ayuda. Y yo me pregunto: ¿Quién paga las cuentas? ¿Quién compra la mercadería? ¿Quién se preocupa por sus horas médicas? ¿Quién a veces le lleva algo rico? Probablemente, ese alguien está siendo anulado también, con toda esa basura. Es impresionante cómo RM te responsabiliza de todo lo malo que te pasa, pero RM no. Porque RM NUNCA falla, porque RM es perfecta.

También RM sufre de ingratitud, lo he visto no solo conmigo, y en esto quiero ser enfática "no es personal", la gente que más la apoya y más cerca está, y más se desgasta por ella es relegada al pasillo de los invisibles, porque no importa lo que tú hagas por RM, RM NO VALORA nada si estás muy cerca, como el sol, que muy cerca te quemas, aquí si estás muy cerca no te ve, RM TE ve si y solo si vives a kilómetros, nunca la llamas y además tienes deudas. RM vive de ese amor por lo imposible, vive añorando una vida que jamás construyó. Es injusto que se acuerde y quiera tanto al primo que nunca la viene a ver, que hasta la fecha solo le pide favores y más favores sin devolver ninguno. Para él hay comidas ricas, hay sonrisas y lindas anécdotas y para quien está aquí de verdad con RM día a día, nada, solo miradas tristes, autodestructivas, críticas y más llanto.

Es difícil lidiar con personas que sufren de ingratitud y que no valoran a aquellos que están cerca de ellos. En el caso de RM, parece que su enfoque está en la vida que nunca construyó y en lo que le falta en lugar de valorar lo que tiene y las personas que están a su lado. Es importante recordar que todas las personas tienen diferentes formas de lidiar con sus problemas y que, a veces, pueden no ser conscientes del daño que están causando a los demás. Sin embargo, es importante establecer límites y no permitir que el comportamiento negativo de los demás nos afecte demasiado. Al final del día, cada uno es responsable de su propia felicidad y es importante priorizar nuestra propia salud mental y emocional.

Bienvenida

Bienvenidos a mi blog personal donde podrán encontrar pensamientos reales de diversos temas y anécdotas. A veces no es tan malo improvisar, así que iremos viendo qué nos sale.

Cuando tenía 15 años, escribía bastante en blogs, pero con el tiempo dejé de hacerlo. Hubiera sido entretenido ver las tonteras que escribía hace 15 años atrás. Tampoco es que escribiera grandes reflexiones o análisis de grandes obras literarias, pero al fin y al cabo eran ideas que en algo ayudaban a sortear la inminente depresión.

Encuentro que este es un medio mucho más grato y sano que ir a terapia (en realidad, más barato) y ojalá que ni mis familiares ni amigos sepan de este espacio porque habría conflictos quizás.

Aquí me desahogaré en base al anonimato, muy cobardemente, pero sin vergüenza.

Además, espero que este medio siga existiendo para cuando muera y así perpetuar mi memoria para mi hija Martina.